Aparecen en la práctica totalidad de las estelas de guerrero siendo, además, fácilmente identificables y en ellos, pese al esquematismo general de las representaciones en las estelas, se aprecian detalles diversos (círculos, escotaduras, abrazaderas, umbos, clavos, etc.) que han incitado a numerosos estudios tipológicos comparándolos con los registros arqueológicos y promoviendo diversas hipótesis sobre su origen, expansión, cronología, significación, etc.
Las tipologías también son abundantes aunque la más conocida y sólida es la de Almagro-Gorbea (1977) y las aportaciones más recientes de Celestino. Resumimos los tipos: todos los escudos son circulares y se clasifican en tres grandes grupos (I, con varios círculos concéntricos y escotaduras; II, círculos concéntricos sin escotaduras; y, III, un sólo círculo)
Clasificación tipológica de los escudos (S. Celestino Pérez)
En lo que respecta a la ubicación de los escudos en las composiciones, estas son algunas conclusiones generales:
Protagonismo del escudo centrando la composición en la zona I (Sierra de Gata) y zona II (Tajo-Montánchez), aunque en esta última, primero aparecen más elementos y la figura humana, aunque conservando el escudo mayor tamaño que el guerrero.
En la zona III (Guadiana-Zújar), se aprecia también una cierta evolución en el sentido de supeditar el escudo a la figura del guerrero, normalmente a la altura de su brazo o mano izquierda, incluso su desaparición en algunas estelas que conservan otras armas y objetos de prestigio.
El estudio de los escudos ha generado abundante bibliografía a la que nos remitimos partiendo de la síntesis de Celestino (2001, pp. 108-151)
Cándido González Ledesma 2007