Es el elemento humano que comienza a ser representado en la zona II (valle del Tajo-Montánchez) y que marcaría la evolución o diferenciación entre las losas básicas propias de la zona I (Sierra de Gata) en la que no aparecen antropomorfos y en las que la propia losa representaría al guerrero cuyas armas se graban en la posición propia en que serían portadas (lanza arriba en posición de ser lanzada, escudo en el centro de la losa para protegerse el guerrero y la espada debajo del escudo en la posición natural al empuñarla o en la cintura)
A partir de la representación de figuras humanas las losas se convierten en estelas, para ir hincadas en el suelo, probablemente con cambios funerarios (inhumación por incineración) y siguen incorporándose otros elementos decorativos de uso personal que ocuparán la posición propia de su uso como adorno en el antropomorfo.
Para más detalles puede consultarse la bibliografía (Celestino, 2001) y la página de esta web dedicada a las
Cándido González Ledesma 2007